Cookies de chocolate blanco y pistacho

¡¡Ya estoy aquí!!

Han sido unos meses muy ajetreados de pañales, noches en vela y reflujos varios pero poco a poco ya establecemos horarios y lo que es mejor: ¡siestas! Esas que son un pequeño oasis de paz durante el día para dedicarme a hacer cualquier otro menester que no sea el de mami :D

Y vuelvo con una recetita muuuuuy rica para los amantes del dulce como yo: cookies de choco blanco y pistachos. Os chuparéis los dedos, ¡palabrita! ;)

Empiezo por los ingredientes:
- 500 gr. de harina
- 225 gr. de azúcar
- 250 gr. de azúcar moreno
- 170 gr. de mantequilla sin sal
- 2 huevos
- 1 cucharada de esencia de vainilla
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 1 cucharadita de levadura
- 2 tabletas de chocolate blanco
- un buen puñado de pistachos pelados

A continuación os explico los pasos de elaboración:

1.- Empezamos precalentando el horno a 170ºC.

2.- Mezclamos en un bol la harina, el bicarbonato y la levadura. Lo reservamos a un lado.

3.- En otro recipiente, mezclamos la mantequilla, los dos tipos de azúcares, los huevos y extracto de vainilla. Los vamos incorporando poco a poco según el orden que os he dicho.

4.- Cuando tenemos una pasta, incorporamos la mezcla de harina, levadura y bicarbonato que hemos hecho antes. Batimos con las varillas unos segundos y volcamos la masa sobre el mármol para acabar de amasar a mano. No es necesario que se bata mucho con las varillas.

5.- Cuando tenemos la masa bien amalgamada, incorporamos el chocolate blanco y los pistachos a trocitos y seguimos amasando hasta que estén totalmente incorporados a la masa.

6.- A continuación, vamos haciendo bolas y las chafamos un poco en la mano. Las dejamos sobre la bandeja de horno con un papel antiadherente. 

7.- Horneamos durante 10-12 minutos a 170ºC.

8.- Sacaremos la bandeja del horno y las dejaremos unos minutos a temperatura ambiente. Las galletas siempre salen blandas del horno. Esto no significa que estén crudas sino que endurecen cuando se enfrían. Nos guiaremos por el color doradito.

9.- Cuando estén un poco más frías y, por lo tanto, más duras, las pasaremos a una rejilla para que terminen de enfriarse bien. 

¡¡Y ya están listas para comer!! 

Espero que os hayan gustado y que las hagáis, ¡son muy resultonas!

Nos leemos ;)

Lau